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Desde hace 22 años Silvia Magallón, conocida también como La Madre, se encarga de administrar el comedor y albergue “San Francisco de Asís”, lugar en donde se preparan alimentos para innumerables personas de situación precaria en Ocotlán. El comedor también funciona como albergue para los migrantes centroamericanos que se encuentran de paso en el municipio desde hace doce años.
Desde hace 22 años Silvia Magallón, conocida también como La Madre, se encarga de administrar el comedor y albergue “San Francisco de Asís”, lugar en donde se preparan alimentos para innumerables personas de situación precaria en Ocotlán. El comedor también funciona como albergue para los migrantes centroamericanos que se encuentran de paso en el municipio desde hace doce años.
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| Albergue "San Francisco de Asís" Fotografía: Humberto González |
La señora Silvia quien administra el albergue que se ubica en la colonia Florida en la calle Moctezuma, aclaró que el comedor surgió
simplemente como una idea sin ánimos de lucro de su marido, quien trabaja como
maestro de educación física, al ver que personas sufrían hambre y frío en la
ciudad, tomándolo como inspiración para comprar una casa en obra negra y
habilitarla como comedor.
El albergue y comedor cuenta con
un espacio pequeño, el lugar es oscuro por la falta de ventanas, pintado de
blanco por fuera y con imágenes de Jesucristo en las paredes, además la sala cuenta con una pequeña televisión. Por
las mañanas y tardes se reparte comida; por las noches se habilita el albergue.
Los migrantes centroamericanos
que se encuentran en la ciudad empezaron a buscar a la Señora Silvia, únicamente para conseguir
alimentos, pero poco después la Señora Magallón
al percibir los riesgos de dormir en la calle, como lo son los asaltos y las
enfermedades respiratorias empezó a
invitarlos a que se quedaran en su comedor, que recibe 15 personas en promedio
cada noche, pero suele aumentar hasta 30 huéspedes en época de invierno, lo que incluye familias
completas.
Pese a las dificultades usuales
para mantener en operación el albergue y comedor, la Comisión Estatal de los Derechos Humanos les otorgó un reconociendo
por su labor humanitaria al repartir alimento a los grupos vulnerables del
municipio y a dar alojamiento a los migrantes centroamericanos, sin embargo al
no ser una asociación civil tiene dificultades de financiamiento.
El albergue funciona sin pedir
nada a cambio, no tiene ánimos de lucro, significando que de su bolsillo pagan
los alimentos que preparan en el comedor. La señora Silvia aclaró que es en el mes de diciembre cuando reciben mayor número
de donaciones.
La encargada afirmó que
actualmente poca gente come realmente en el comedor, la mayoría de alimentos se
llevan para ser distribuidos en diferentes puntos de la ciudad en una
camioneta.
Humberto González
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